Los versículos del Sura Nur 27-29 y 58-59 destacan el derecho de cada individuo a su intimidad.
¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No entréis en caja ajena sin antes haber obtenido permiso y haber saludado a sus moradores. Esto es [obligatorio] por vuestro bien, y para que tengáis presentes [vuestros mutuos derechos].
Así pues, [aun] si no encontráis en ella a nadie, no entréis mientras no se os dé permiso; y si os dicen: «Volvéos,» entonces volveros. Esto conviene más a vuestra pureza; y Dios sabe bien lo que hacéis.
[Por otra parte,] no incurriréis en falta si entráis [libremente] en casas no usadas como viviendas, que tienen una función útil para vosotros: pero [recordad siempre que] Dios conoce lo que hacéis públicamente y lo que ocultáis.
DI a los creyentes que bajen la mirada y que guarden su castidad: esto conviene más a la pureza –[y,] ciertamente, Dios está bien informado de lo que hacen.
¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Que los que poseen vuestras diestras, y aquellos de entre vosotros que no hayan alcanzado aún la pubertad, os pidan permiso [antes de acceder a vuestra intimidad] en tres momentos: antes de la oración del amanecer, cuando os despojáis de vuestros vestidos en medio del día, y después de la oración de la noche: tres ocasiones en las que vuestra desnudez podría quedar al descubierto. Fuera de estas [ocasiones], ni vosotros ni ellos incurriréis en falta si se mueven [con libertad] en vuestro entorno, atendiendo unos a [las necesidades de] los otros.
De este modo os aclara Dios Sus mensajes: ¡ pues Dios es omnisciente, sabio! Pero cuando los niños entre vosotros alcancen la pubertad, qué os pidan permiso [en cada ocasión], tal como les ha sido ordenado a aquellos [que han alcanzado la madurez] antes que ellos. De este modo os aclara Dios Sus mensajes: ¡ pues Dios es omnisciente, sabio!
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