Hay algunos argumentos que afirman que la poesía de la era pre-islámica se encuentra en los versos del Corán. Además, algunas personas afirman que el Corán fue formado de este tipo de poesía. ¿Cuál es la explicación que se puede dar a estos argumentos?
Este tipo de afirmaciones no son nada nuevo. Durante el tiempo del Mensajero de Allah, cuando le fue revelado el Corán; muchos politeístas, incrédulos y pecadores usaron este tipo de dichos en su propaganda, que también se mencionan en el Corán, en los libros sobre la vida de el Profeta Muhammad y en algunos documentos históricos. Allah el Todopoderoso indica que el Corán no es una poesía en los siguientes versos:
Y [ASÍ ES:] no le hemos impartido a este [Profeta el don de la] poesía, ni habría sido acorde con este [mensaje]: no es más que un recordatorio y un discurso [divino], claro en sí mismo y que muestra claramente la verdad, a fin de advertir a quien está vivo [de corazón], y [para] que la palabra [de Dios] dé testimonio contra todos aquellos que niegan la verdad. Sura 36. Iá Sin (Oh Tú, Ser Humano) 69-70
El Corán no es una poesía y no hay poesía dentro de él. Se revela que Umar ibn al-Khattāb le contó a la gente acerca de cómo él creía en el Islam y se hizo musulmán como lo explican las siguientes oraciones:
Una noche salí a beber. Cuando no pude encontrar nada, decidí ir a Kaaba para hacer tawaf. Cuando llegué allí, vi al Mensajero de Allah que estaba realizando salah(la oración). Quería escucharlo mientras recitaba, así que me metí debajo de las sábanas de Kaaba y vine justo en frente de él. En mi mente, estaba pensando que era como la poesía que decía la gente de Quraysh, y en ese momento recitó este verso:
y no la palabra de un poeta –¡ qué poco creéis!–Sura 69. Al-Haqqa (La Exhibición de la Verdad Desnuda) 41
Y cuando estaba pensando que él es un clarividente y está inventando todas estas palabras, recitó los siguientes versos:
¡ Y si [aquel a quien se la hemos encomendado] hubiera osado atribuirnos cualquier dicho [suyo], ciertamente, le habríamos agarrado por su mano derecha, luego le habríamos cortado en verdad su vena yugular, y ninguno de vosotros podría haberle salvado! Sura 69. Al-Haqqa (La Exhibición de la Verdad Desnuda) 44-47
Estaba respondiendo a todas las preguntas que pasaban por mi mente y luego mi corazón se ablandó y mis ojos se pusieron vidriosos. De esa manera Corán me llevó a aceptar el Islam, que se instaló en mi corazón todo el camino. Finalmente, terminó de leerlo y fue hacia su casa. Yo también fui detrás de él. Él sintió y me reconoció mientras caminaba. ¡Pensó que iba a oprimirlo así que me llamó ‘Umar! ¡Que esta pasando!’. Dije ‘¡He venido a obedecer a Allah, a Su Enviado y todo lo que Él nos ha traído!’ Se puso la mano en el corazón y oró. Después de eso, dijo «con la sabiduría de Allah» y se fue a su casa.
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